El Dios en Llamas (La Guerra de la Amapola #3)

 Que decepción más grande. No sé si habré tenido parte de culpa al haber leído esta tercera entrega justo después de la segunda, sin intercalar nada, pero ha sido de momento mi peor lectura del año. Y dudo que algo lo “supere”. 


El final del segundo libro nos deja en un punto en el que Rin ha sido traicionada por Nezha y debe iniciar su propia revolución con el apoyo de su pueblo, los que desde un primer momento han sido su verdadera motivación. Planteamiento que a mí me tenía muy contento. Pero se ha quedado ahí; en las primeras páginas.

Creo que todo lo que había construido RF Kuang lo tira por la borda en este ultimo libro. Una Rin humana, con sus problemas y sus dudas, que tras una nueva “pérdida” y traición (el propio Nezha) había sido consumida por rabia y sed de venganza, toma decisiones que no tienen ningún sentido con su personaje ni con su nivel de poder. Vuelve a dejarse engañar, vuelve a depender de su entorno, vuelve a confiar en la gente prácticamente tras 3 frases… No le veo una coherencia con lo planteado anteriormente, creo que no es realista.

En mi opinión de no-experto, considero que el problema ha sido la longitud. La escritora se ha alargado sobremanera y ha buscado que este tercer libro tuviera una longitud similar a los anteriores, alargándose muchísimo en casi todo lo que pasa, ya sea importante o no, y sacando tramas de donde no había nada que sacar. Muchísima descripción, muchísimos monólogos y, sobre todo, muchísimas enumeraciones. Páginas enteras. Ha sido (para mi, por supuesto) difícil de leer. No ha llegado ningún punto en el que ha cogido ritmo de verdad.

Me vais a disculpar pero voy a hablar con spoilers en este párrafo, porque estoy muy enfadado. No puede ser que hayas vendido durante muchísimas paginas que la Tríada era exageradamente poderosa y luego mueran de la manera tan vergonzosa y fácil. Tampoco es normal que Rin, después de la traición, vuelva a hacer literalmente lo mismo y vuelva a ser traicionada exactamente igual. Ni tampoco puede ser que en 10 páginas se formen 5 chamanes (cuando a la propia Rin le ha costado muchísimo). Pero, sobre todo, no puede ser que la batalla final entre Rin y Nezha (o el dragón) termine de manera que ni siquiera el lector sabe lo que ha pasado. Es terrible que no se explique absolutamente nada cuando esa no ha sido la tónica de la saga. Me parecen cosas inaceptables.

El ritmo vuelve a decaer de manera abrupta, volviendo a ser demasiado extensos los momentos sin relevancia, y dándole muy poca importancia a los momentos de acción. 

Los personajes nuevos presentados no tienen la fuerza que creo que la escritora les ha intentado dar. Se explican de manera amontonada, enumerando nombres y poderes, pero sin darles suficiente tiempo como para que el lector los sienta parte de la historia (y más cuando luego resulta que tienen su importancia).

El final es lo que considero que ha “salvado” el libro en mi caso. Por fin Kitay tiene algo de relevancia (por su conexión con Rin me refiero), más allá de mandarse mensajes entre ellos. Si que es verdad que creo que la transformación de Rin es muy rápida, cambiando de manera de pensar de forma muy acelerada, pero puede tener un pase de la forma en la que está construido y si se tiene en cuenta que el Fénix prácticamente la tiene poseída. Y el epílogo me ha gustado mucho, las cosas como son. 


En resumen, un desastre de fin de saga en la que tenía muchas esperanzas puestas al ver la evolución en las anteriores entregas. Todo ha quedado en un buen intento que ha tenido un desenlace bueno, pero que ese último acto ha sido un despropósito. Pocas veces he criticado un libro (no soy quien para hacerlo, ni quiero serlo), pero creo que este libro no está para nada a la altura de lo que ha propuesto previamente la propia escritora. Una pena, porque había leído buenísimas críticas. Pero debo decir que, si tienes cosas pendientes de leer, esta saga puede esperar. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Persecución

Ready Player One

Parque Jurásico