El Subastador

  El Subastador, novela publicada por la escritora Joan Samson en 1976, ha sido un libro del cual no había oído nada nunca. Todo comenzó con Grady Hendrix, autor que se ha convertido en uno de mis principales dentro del género del terror; en su ensayo Paperback from Hell, en el cual habla sobre la evolución del género en la literatura, se menciona el título setentero de la escritora estadounidense. El bombo que le da Hendrix, añadido al fantástico trabajo de los encargados de marketing de la editorial Minotauro, han provocado que compre este libro. Y no me arrepiento. 

Como he mencionado, el libro fue publicado por primera vez en 1976, pocos meses después de que su escritora Joan Samson falleciera a causa de un cáncer. El Subastador fue el único libro que pudo escribir, y no llegó a verlo publicado nunca. En aquel momento, fué un absoluto éxito aunque, como todo, su efervescencia inicial fue desapareciendo hasta que pasó a ser olvidado. Casi por todos. Durante muchos años, ha sido un libro muy buscado por los fanáticos de la literatura de terror, y este año Minotauro ha decidido recuperarlo para que podamos disfrutar de uno de los éxitos del género. 

La historia trata de la vida en un pueblo de New Hampshire, concretamente en Harlowe. Los protagonistas, la familia Moore, son residentes de este pueblo y, como todos los que habitan allí, se dedican a labores de la época; agricultura, leña... labores con las que pueden ayudar a la convivencia vecinal. Todo parece ir como siempre, motivo suficiente para que todos sean felices; hasta que un nuevo hombre se muda al pequeño pueblo. Perly Dunsmore, que de primeras transmite una imagen amigable, se dedica a organizar subastas a favor del cuerpo de policía. Recorre el pueblo y todas las casas prometiendo una mejoría en la seguridad del pueblo gracias a esas subastas, y a asegurar que el hecho de ser partícipes de ello va a ayudar a ser más felices a las gentes del pueblo. Todo va bien, y la gente comienza entregando las posesiones antiguas; pero cuando los vecinos dejan de aportar objetos a las subastas, todo se desmorona. 

Nunca había leído algo similar. Considero que me gusta la literatura (en general, todo lo audiovisual) de terror, pero al leer este tipo de novelas soy consciente de lo muchisimo que me queda por descubrir de este fantástico mundo. No se van a ver persecuciones, ni asesinatos, ni posesiones, ni casas encantadas. Definiría este libro dentro del género de terror psicológico, aunque no lo tengo del todo claro. Todo se basa en la tensión que genera un cambio de vida, el vértigo que provoca la pérdida de las raíces y el cambio. Todos los habitantes de Harlowe son felices en su estilo de vida clásico, algo a lo que todos están acostubrados y con lo que se sientes seguros, escapando de la globalización. Pero el cambio acaba siendo un proceso inevitable, y esa invasión foránea les roba lo que tantos años han mantenido, trastocando sus vidas por completo. 

La novela, divida en 15 capítulos, no tiene un ritmo vertiginoso, ni siquiera escenas de acción. Todo se desarrolla con pausa y con mucha contextualización; sin esto, creo que sería imposible empatizar con los protagonistas y vivir realmente su "terror". Desde el principio, se nos aportan datos sobre la familia Moore, el pueblo, las relaciones entre habitantes y, sobre todo, cómo se sienten ellos con la situación. Esto hace que seamos conscientes de lo que ellos aman ese pueblo, de lo que esa raíz significa para ellos, y sufrimos con ellos cuando lo pierden todo y se resisten a huir.  Teniendo en cuenta el contexto de la época, trata temas del momento como puede ser la globalización, la salida de los jóvenes de las ciudades en busca de la idealizada vida campestre, la guerra, la trata de menores y el racismo. Todo ello desde el nacionalismo estadounidense. 

Lo único que no me ha terminado de convencer ha sido el final. Para mi, no ha tenido la fuerza que parecía que podía tener. Sin entrar en spoilers, creo que deja muchas cosas en el aire, y aunque pueda comprender cómo se alcanza ese punto, me hubiera gustado que el desenlace fuera algo más definido o cerrado. Después del sufrimiento de los protagonistas, este final me deja con la sensación de que gran parte de ese sufrimiento ha sido en vano y que podría haberse alcanzado este mismo desenlace con mucho menos esfuerzo; Perly se plantea como un personaje duro, embaucador y sobre todo amenazante, y termina siendo una pequeña decepción (repito, para mi). 

En resumen, me ha parecido una novela muy entretenida y muy interesante. Durante la gran mayoría de su desarrollo, me ha generado más tensión que muchos libros de terror más convencional; pero su final y sobre todo el desenlace del personaje antagonista me ha parecido un tanto descafeinado. Aún así, es un libro muy disfrutable que ofrece lo que promete; una historia de tensión en un pequeño pueblo rural de Estados Unidos, trastocado todo por un subastador foráneo.

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